Una vez terminado la estética de platino terminamos este periodo que
corresponde a la antigüedad en nuestra historia de la estética, ahora es
momento de trasladarnos en el mismo orden a la edad media la cual comienza con:
Este de ser mujeriego y pagano a un santo obispo de la santa iglesia y uno
de los padres de la misma. Aunque de él no se conoce mucho por la poca
información encontrada sobre algunas de las informaciones que se han podido
recopilar son sus confesiones y en estas hizo mención de dos conceptos de
belleza lo cual también apareció en unas de sus obras, pero por desgracia hoy
en día están desaparecidas.
El título de esta obra era Depulcro et apto en ella distinguió entre una
belleza de las cosas en tanto que fuera un todo y otra belleza de las cosas en
tanto que forman un todo y otra más que forman de las cosas en todo que son
parte de un todo.
Otras de sus obras fueron:
Confesiones, La ciudad de Dios, Contra los maniqueos, y sobre la trinidad.
Para San Agustín el mundo ha sido credo de la nada por un ser eterno
sumamente poderoso con la capacidad de cambiar y hacer todo de modo que para él
era absurdo que el mundo se halla creado así mismo esto no tenía ningún sentido.
El mundo es una banda de un ser divino que fue creado sin el tiempo y este
no es una distinción humana
A quien San Agustín da todo este mérito de la creación del mundo y el ser humano mismo se llama Dios para el Dios es el ser supremo y eterno.
La creación del ser humano y sus características o principios como lo
espiritual considerado como uno y en cuanto a lo material que son el alma y el
cuerpo siendo el alma que rija al hombre. Esta creencia Agustín la desarrollo firmemente hasta el punto que decía que
el alma no callo en condena en el cuerpo si no que vive en la materia por un
acto misterioso de Dios su creador.
Entre algunas características de
este arte Agustina son:
- Lo agradable o placentero es un de las divisiones de la bondad
- La belleza es aquello que agrada a la vista
- Lo bello se corresponde con la expresión de lo divino.
Algunos representantes: Nicolás de cusa, Giorgio Vasari, descartes.
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